El turismo ha supuesto y supone para España una significativa fuente de ingresos y un potente estímulo para la actividad económica del país. Esta contribución a la creación de riqueza nacional se mantiene en la actualidad, independientemente de la diversificación económica producida en las últimas décadas, así como de los cambios estructurales en la economía y sociedad española. Por ello, y aunque existan otros sectores que en los últimos años han venido aumentando notablemente su peso económico para el país, es fundamental remarcar la importancia que el turismo sigue teniendo para España como motor de crecimiento económico e impulsor de la creación de empleo.
España es el primer destino mundial en turismo vacacional y el segundo por número de llegadas, 58.5 millones de turistas internacionales en 2006 y por ingresos, con un superávit por turismo de 27.444 millones de euros. El turismo, en comparación con otros sectores tradicionales de la economía, presenta una aportación cercana al 11% al PIB, casi tres veces superior que por ejemplo, el sector de agricultura, ganadería y pesca, y muy similar a los sectores de la industria y la construcción. Además, las expectativas existentes sobre este macro-sector en relación al resto de la economía española siguen siendo muy elevadas. En un estudio realizado por IRCO y Burson Masteller, los directivos españoles califican al turismo como la actividad empresarial que tiene más futuro. Más allá de su peso como sector específico, tiene un efecto multiplicador importante y fuertes implicaciones sobre otros sectores estratégicos del país: construcción, medio ambiente y sanidad, entre otros.
Sin embargo, la aparición de diversos factores como la desregulación de los mercados, los cambios en la demanda (aumento del turismo residencial, descenso del gasto medio por turista y la duración media de la estancia), las nuevas tecnologías, la irrupción de Internet o los nuevos modelos de distribución unidos al desarrollo de nuevos destinos turísticos competidores hacen necesario que España revise sus estrategias competitivas ante el nuevo entorno del turismo a escala internacional y la maduración del producto sol y playa.
Ante esta situación, el Consejo Español de Turismo acordó llevar a cabo un amplio proceso de revisión estratégica del sector para hacer frente a los retos y tendencias que se avecinan y que se ha materializado en el Plan del Turismo Español Horizonte 2020. El Plan se enmarca en el proceso de modernización de España y la gran transformación económica y social que ha experimentado en los últimos quince años, fruto de su plena incorporación a la economía globalizada y al espacio europeo. Su meta es lograr que en el año 2020, el sistema turístico español sea más competitivo y sostenible, aportando el máximo bienestar social.
Dentro de este Plan, se afirma que son los desarrollos tecnológicos los que marcarán no sólo la forma de comercialización del turismo, sino la configuración de los propios productos. Dada la rapidez de evolución de estas tecnologías y aún sabiendo las dificultades para proyectar las tendencias hacia el año 2020, las posibilidades de provisión de servicios y contenidos se incrementarán de forma notable con el aumento de las redes de comunicaciones, en la medida en que la información fluirá allí donde se encuentren los turistas.
Los turistas demandarán el uso de los avances tecnológicos para una mayor comodidad, tanto desde el punto de vista de la información turística como de la prestación de servicios y la comercialización. Los nuevos modelos de promoción de los gestores de destinos turísticos se generalizarán, convirtiendo la gestión del conocimiento del entorno y las organizaciones como claves para el desarrollo de ventajas competitivas.
Entre las debilidades recogidas en dicho plan, se encuentra el insuficiente aprovechamiento de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, así como la baja inversión en I+D+i del sector. La investigación, desarrollo e innovación son, en la actualidad, herramientas imprescindibles para competir en un entorno económico internacional caracterizado por la globalización, el creciente poder de los clientes, el incremento de la competencia y un desarrollo tecnológico vertiginoso. Por ello, MEDIATUR tratará de materializar la innovación en turismo mediante la creación de valor para el turista y la mejora de los productos turísticos y experiencias que se le ofertan.
Tal y como concluye el Plan, el turismo español precisa de la generación de una cultura de la innovación en las empresas y los destinos, de forma que la I+D+i realice aportaciones de valor para una mejora permanente en la planificación, definición de políticas y prestación de los servicios turísticos. El Gobierno apuesta decididamente por impulsar la innovación en el sector, incluyendo una acción específica para turismo en el Plan Nacional de I+D+i para el periodo 2008-2011, respaldando la consideración de la actividad turística como sector económico clave, en reconocimiento a su relevancia internacional y al potencial de contribución económico-social que se le atribuye, y en consonancia, con los postulados de la Estrategia de Lisboa, que considera a la innovación como factor esencial para el crecimiento y el empleo.
Por otro lado, el establecimiento de espacios de cooperación entre agentes privados y públicos como los integrantes del presente consorcio, permitirá una innovación más intensa, con un mayor conocimiento y planificación. Esta cooperación se recoge dentro del Plan Turismo 2020, donde se menciona la incentivación de la creación de plataformas de colaboración entre empresas del sector turístico, centros de investigación y gestores de los destinos turísticos, con el objetivo de identificar los requerimientos tecnológicos, desarrollar soluciones técnicas y utilizar los servicios avanzados compartidos.