Proyecto financiado por el Plan Nacional de I+D+i (2014-2017)
En años recientes, la investigación en servicios de información ha producido progresos significativos en la explotación del conocimiento contenido en redes sociales, basadas en relaciones semi-permanentes entre personas. En base a tales relaciones se construyen estructuras asimilables a grafos, a cuyos elementos se adscriben los recursos de información compartidos: comentarios, imágenes,... El análisis de esa malla de contenidos habilita funcionalidades relacionadas con la recomendación de contenidos potencialmente interesantes para cada individuo, el lanzamiento de campañas publicitarias dirigidas a grupos de población específicos, la identificación de afinidades entre personas o sinergias entre diferentes áreas de actividad, etc.
Sin embargo, las interacciones habilitadas por las actuales redes sociales suelen circunscribirse al mundo virtual, salvo en algunos casos de reuniones físicas concertadas entre amigos o en grupos de trabajo. Asimismo, las interacciones se concentran en las personas incluidas en el grafo social de cada cual, provocando una des-socialización que aísla al individuo de su entorno introduciéndolo, quizás no conscientemente, en una burbuja de comunicación. Este fenómeno social está siendo ampliamente estudiado, aunque sus efectos a medio y largo plazo son todavía una incógnita.
El objetivo de este proyecto es habilitar nuevas formas de interacción social fuera de la mencionada burbuja, explorando las posibilidades de los contextos que forma cada individuo con las personas (conocidas o no) y los recursos presentes en su entorno físico en un momento dado, en distintos niveles de alcance (estancia, edificio, ciudad, etc). Más allá de combatir unos efectos sociales que los proponentes no pueden valorar, el objetivo es crear una plataforma para articular Redes Sociales Esporádicas (RSE) que permitan a cada individuo sacar el máximo partido de esas personas y recursos. La propuesta encuentra aplicación en diversas áreas, desde la formación de grupos de vida corta y la orquestación de actividades en torno a eventos donde se congregan personas con intereses afines (museos, conciertos, campings,...) hasta la provisión de nuevas aplicaciones que amplíen las posibilidades de comunicación entre vehículos (e.g. para optimizar flujos de tráfico, habilitar comunicaciones más ricas que las permitidas por el claxon o distribuir selectivamente publicidad de lugares cercanos) y avances en la visión de las ciudades inteligentes, relacionados con la planificación de la movilidad personal, los bancos de tiempo o la celebración de juegos basados en localización (urban games), entre otras.
La plataforma SPORANGIUM incorporará las RSE al escenario tecnológico actual de las redes sociales. En primera instancia, las RSE se apoyarán sobre redes ad-hoc (sin infraestructura) tendidas entre los dispositivos móviles próximos, si bien será posible recurrir a la infraestructura proporcionada por conexiones 3G o Wi-Fi para ofrecer funcionalidades mejoradas gracias al acceso a Internet. En este punto se adoptará el paradigma incipiente de la computación en nube móvil para simplificar el acceso a la información y para superar limitaciones de batería y/o capacidad de cómputo de los dispositivos móviles. Por encima de esta capa, se investigará sobre funcionalidades avanzadas de acceso a contenidos, explotando conceptos de Web Semántica, minería de datos y sistemas recomendadores para personalizar la información ofrecida a individuos o a grupos.